Happy New Year! Today is the First Sunday of Advent, the first day of the new Liturgical Year, the new Church Year. Advent is also a season of hope, a season of waiting and preparing. Imagine what it was like to live in a world that had not experienced Jesus, the Lord. There was no Gospel. People were waiting for the Messiah to come to save them from a world of unrest, political and social upheaval and an overall sense of secularism.
Does this sound familiar? Our world seems to be waiting for something, Someone. The difference for us is that Jesus our Savior has come. We have the Good News of the Gospel. We believe and we are called to share that Gospel in concrete ways.
We, as evangelizers, can wait in hope and prepare for the birth and rebirth of Christ in our lives and the lives of each other in the following ways. If you know of someone looking for a faith community, invite them to join the Blessed Carlo Acutis parish family. Advent offers us the opportunity to do acts of love such as serving our poor, providing a listening ear, doing unexpected acts of kindness.
Advent invites us to build on our own personal relationship with God through a few extra moments of prayer before the Blessed Sacrament, participation in the sacrament of Reconciliation and attendance at Mass either virtually or in person.
Actions that we perform, inspired by our faith in Christ, have a positive impact on our world, in desperate need of peace and hope. Those who observe our actions will experience the awe and wonder of God’s presence among us. In this way we introduce them to that Someone, born two thousand years ago in Bethlehem, present in our lives and coming again in glory. Come, Lord Jesus!
Blessings,
Sister Diane Marie Collins
Queridos hermanos y hermanas:
¡Feliz Año Nuevo! Hoy es el primer domingo de Adviento, el primer día del Año Nuevo Litúrgico, el Año nuevo de la Iglesia. El Adviento es también un tiempo de esperanza, un tiempo de espera y preparación. Imagínense lo que era vivir en un mundo que no había experimentado a Jesús, el Señor. El Evangelio aún no existía. La gente estaba esperando que el Mesías viniera para salvarlos de un mundo de disturbios, agitación política y social y un sentido general de secularismo.
¿Les suena familiar? Nuestro mundo parece estar esperando algo, o alguien. La diferencia para nosotros es que Jesús, nuestro Salvador, ha venido. Tenemos la Buena Nueva del Evangelio. Creemos y estamos llamados a compartir ese Evangelio de manera concreta.
Nosotros, como evangelizadores, podemos esperar con esperanza y prepararnos para el nacimiento y el renacimiento de Cristo en nuestras vidas y en la vida de los demás de las siguientes maneras. Si conocen a alguien que busca una comunidad de fe, invítelo a unirse a la familia parroquial del Beato Carlo Acutis. El Adviento nos ofrece la oportunidad de elaborar actos de amor como servir a nuestros pobres, escucharles atentamente, hacer actos de bondad inesperados.
El Adviento nos invita a construir nuestra propia relación personal con Dios a través de unos momentos extras de oración ante el Santísimo Sacramento, la participación en el sacramento de la Reconciliación y la asistencia a la Misa en persona o de manera virtual.
Las acciones que realizamos, inspiradas por nuestra fe en Cristo, tienen un impacto positivo en nuestro mundo, que necesita desesperadamente paz y esperanza. Aquellos que observan nuestras acciones experimentarán el asombro y la admiración de la presencia de Dios entre nosotros. De esta manera les presentamos a ese Alguien, nacido hace dos mil años en Belén, presente en nuestras vidas y que vuelve en gloria. ¡Ven, Señor Jesús!
Bendiciones,
Hermana Diane Marie Collins